Muere Benedetti, poeta que nos ayudó a caminar hacia la utopía

Muere Benedetti, poeta que nos ayudó a caminar hacia la utopía

Muere Benedetti, poeta que nos ayudó a caminar hacia la utopía

 

Muere Benedetti, poeta que nos ayudó a caminar hacia la utopía

 

Poeta del compromiso social, Mario Benedetti, ha fallecido en Uruguay a los 88 años. El escritor abordó todos los géneros literarios, en los que reflejó una mirada crítica de izquierdas que le llevaría al exilio.

Le echaremos de menos porque sus manos trabajaron por la justicia. El escritor Mario Benedetti ha sido uno de los poetas y narradores más venerado por generaciones por su ética social y su canto a la vida y a la alegría. De él han dicho que fue un poeta insobornable, que fue la conciencia poética de todo un continente y se ha destacado por encima de todo su compromiso social, que lo convirtió en icono de la izquierda latinoamericana.

Su compromiso social lo reflejó en su vida, con el exilio durante la dictadura uruguaya en Argentina, Cuba y España, y, en su obra. Sus poemas reflejan la rabia ante las dictaduras del sur, como la uruguaya, que le persiguió a muerte, y la argentina, que fue cómplice de aquella y también quiso matarle.

 

“La conciencia es la única religión”, llegó a decir este crítico de la “gran hipocresía que rige toda la vida política”, de la globalización, a la que llamó “una dictadura indiscriminada, que cada vez conduce más al suicidio de la humanidad” y hasta sus últimos días, fue un firme detractor de la política exterior de Estados Unidos.
Prácticamente autodidacta, Benedetti destacó por su compromiso y entrega. En los setenta desarrolló una intensa actividad política, como dirigente del Movimiento 26 de Marzo, del que fue cofundador en 1971 y al que representó en el Frente Amplio, coalición izquierdista que alcanzó el poder en 2005. Con el golpe militar de 1973 renunció al cargo universitario que ocupaba y se exilió, primero en Argentina y después en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado. Se instaló en Cuba en 1976 y un año más tarde se trasladó a Madrid, donde permaneció hasta 1985, cuando, con el fin de la dictadura uruguaya, puso fin a doce años de exilio.

En una entrevista en 2002, Benedetti explicaba que si bien “los poetas no tienen capacidad de influir sobre los Gobiernos”, sí “llegan al ciudadano de a pie, y a veces sirven para esclarecer una duda, para dar una tímida respuesta a una pregunta que tiene alguien”.

Más de 80 obras

Sus poesías fueron cantadas por autores como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Nacha Guevara, Luis Pastor o Pedro Guerra, y sus novelas más famosas llevadas al cine, como “La tregua” o “Gracias por el fuego”.

Además de poemarios, Benedetti fue prolijo en la producción teatral, los cuentos y la novela. Además, recibió numerosas distinciones, entre ellas la Medalla Haydee Santamaría del 30 aniversario de la Casa de las Américas en La Habana (1989), la Medalla Gabriela Mistral del Gobierno chileno (1996), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) o el I Premio ALBA del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas en la categoría de Letras (2005).

 

 

Poeta del compromiso social, Mario Benedetti, ha fallecido en Uruguay a los 88 años. El escritor abordó todos los géneros literarios, en los que reflejó una mirada crítica de izquierdas que le llevaría al exilio.

Le echaremos de menos porque sus manos trabajaron por la justicia. El escritor Mario Benedetti ha sido uno de los poetas y narradores más venerado por generaciones por su ética social y su canto a la vida y a la alegría. De él han dicho que fue un poeta insobornable, que fue la conciencia poética de todo un continente y se ha destacado por encima de todo su compromiso social, que lo convirtió en icono de la izquierda latinoamericana.

Su compromiso social lo reflejó en su vida, con el exilio durante la dictadura uruguaya en Argentina, Cuba y España, y, en su obra. Sus poemas reflejan la rabia ante las dictaduras del sur, como la uruguaya, que le persiguió a muerte, y la argentina, que fue cómplice de aquella y también quiso matarle.

 

“La conciencia es la única religión”, llegó a decir este crítico de la “gran hipocresía que rige toda la vida política”, de la globalización, a la que llamó “una dictadura indiscriminada, que cada vez conduce más al suicidio de la humanidad” y hasta sus últimos días, fue un firme detractor de la política exterior de Estados Unidos.
Prácticamente autodidacta, Benedetti destacó por su compromiso y entrega. En los setenta desarrolló una intensa actividad política, como dirigente del Movimiento 26 de Marzo, del que fue cofundador en 1971 y al que representó en el Frente Amplio, coalición izquierdista que alcanzó el poder en 2005. Con el golpe militar de 1973 renunció al cargo universitario que ocupaba y se exilió, primero en Argentina y después en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado. Se instaló en Cuba en 1976 y un año más tarde se trasladó a Madrid, donde permaneció hasta 1985, cuando, con el fin de la dictadura uruguaya, puso fin a doce años de exilio.

En una entrevista en 2002, Benedetti explicaba que si bien “los poetas no tienen capacidad de influir sobre los Gobiernos”, sí “llegan al ciudadano de a pie, y a veces sirven para esclarecer una duda, para dar una tímida respuesta a una pregunta que tiene alguien”.

Más de 80 obras

Sus poesías fueron cantadas por autores como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Nacha Guevara, Luis Pastor o Pedro Guerra, y sus novelas más famosas llevadas al cine, como “La tregua” o “Gracias por el fuego”.

Además de poemarios, Benedetti fue prolijo en la producción teatral, los cuentos y la novela. Además, recibió numerosas distinciones, entre ellas la Medalla Haydee Santamaría del 30 aniversario de la Casa de las Américas en La Habana (1989), la Medalla Gabriela Mistral del Gobierno chileno (1996), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) o el I Premio ALBA del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas en la categoría de Letras (2005).