“El Djembé se trata de un instrumento muy sociable y pluralista”

“El Djembé es tracta d’un instrument molt sociable i pluralista”

Al ritmo de la música, como alternativa para colaborar en tiempos difíciles en los que ONGs como Menuts del Món, baila más que nunca.

Un, dos, tres, otra vez! Un, dos, tres otra vez! Un, dos, tres, otra vez! Así es como Faty un africano de Senegal dirige un taller de percusión africana para financiar una escuela en el pueblo Pinré- Burkina Faso.

Debido la crisis económica que estamos viviendo en la actualidad, muchas ONGs se ven obligadas a abandonar sus proyectos por falta de financiación ya sea, por parte de las Instituciones, de sus socios o incluso de gente voluntaria. Ante esta situación: “acción-reacción” y estas son dos de las premisas que la ONG Menuts del Món tiene muy presentes. Para ello la mejor manera de poder financiar sus proyectos es proponer ideas creativas y originales e ir reinventándose día a día.

Al ritme de la música, com a alternativa per col•laborar en temps difícils en els quals ONGs com Menuts del Món, balla més que mai.

Un, dos, tres, una altra vegada! Un, dos, tres una altra vegada! Un, dos, tres, una altra vegada! Així és com Faty un africà de Senegal dirigeix un taller de percussió africana per finançar una escola al poble Pinré- Burkina Faso.

Degut la crisi econòmica que estem vivint en l’actualitat, moltes ONGs es veuen obligades a abandonar els seus projectes per falta de finançament ja sigui, per part de les Institucions, dels seus socis o fins i tot de gent voluntària. Davant aquesta situació: “acció-reacció” i aquestes són dues de les premisses que l’ONG Menuts del Món té molt presents. Per a això la millor manera de poder finançar els seus projectes és proposar idees creatives i originals i anar reinventant-se dia a dia.

 

 

Su última propuesta destinada al Proyecto de desarrollo del pueblo Pinré. – Burkina Faso en África, se trata de un taller de percusión para aprender a tocar el tambor africano, el Djembé.

Menuts del Món en colaboración con Casa África de Aldaia, ha organizado esta actividad intercultural en Alboraia con el objetivo de conseguir fondos para construir una escuela, además de dar a conocer expresiones artísticas de la cultura africana fomentando la interculturalidad y la cooperación al desarrollo.

El taller consiste en aprender a tocar el Djembé, un tipo de tambor caracterizado por su gran sonido y expresión. Se trata del tambor originario de África occidental, existen distintas formas y tamaños y sólo se puede tocar con las manos, ya que según la posición de las palmas de las manos y de los dedos se sacan diferentes notas y diversos ritmos con diferentes grados de dificultad. La técnica empleada en el taller es sencilla, el profesor indica una pauta sonora repitiéndola una y otra vez junto con los alumnos y añadiendo poco a poco distintos grados de dificultad. De esta manera, el alumno aprenderá mediante los sentidos como son: la vista, el oído y el tacto, potenciando además la capacidad de concentración, coordinación e incluso fomentando la improvisación y las relaciones sociales ya que, según Faty profesor del taller: “el Djembé se trata de un instrumento muy sociable y pluralista”.

Pero además lo que se transmite en este tipo de taller no es simplemente música, la interculturalidad es algo muy presente, el conocimiento de los rasgos de una persona africana, el arte y la situación actual en la que se encuentra África son otras de las cosas que este tipo de iniciativa ofrece para acercarnos un poco más a la realidad que se vive en estos países.

“La música sirve de puente para romper los estereotipos, acercar a la gente y con el respeto mutuo que nos podamos conocer. Nosotros la utilizamos como método para llegar a la gente”, afirma Faty.

Y así como la música en la cultura africana se utiliza para llegar a la gente y transmitir alegría, Menuts del Món a dónde quiere llegar con este proyecto es a Pinré, un pueblo de la comuna rural de Méguet, situado al este del pais a 110 km de la capital, Ouagadougou. La población asciende a unos 10 000 habitantes, repartidos en 8 barrios. Las casas pasan de padres a hijos y están construidas a base de arcilla, barro y excrementos de animales. Los campos donde en epóca de lluvias cultivan mijo, son lo que sirve de separación entre unas y otras. Esto hace que el pueblo se extienda en más de 5 km y no se pueda tener una vision global.

Un 95 % de la población es campesina, sus recursos son extremadamente limitados ya que lo que cultivan en unos meses es para subsistir durante todo el año. Se cocina una vez al día, y por la noche se comen tan solo los restos. De manera que la mayoría de las familias subsisten con menos de 1 euro al día.

La gran mayoría de la población adulta es analfabeta (la escuela llego al pueblo hace menos de 20 anos) y solo habla el idioma local « el moore ». La religión más practicada es el anemismo.

Y centrándonos en el área de la educación, la escuela está compuesta por tres clases de dos niveles cada una. Permite obtener el certificado de estudios primarios. En la actualidad cuenta con unos 250 niños escolarizados. Los medios son escasos, los bancos están rotos y los niños se sientan a 4 en un banco. Apenas tienen cuadernos y los libros son inexistentes.

El porcentaje de fracaso escolar es elevado, les faltan libros y medios para estudiar. Además el pueblo no está electrificado, no hay luz, con lo cual cuando el sol se pone (entre 18h00 y 19h00). Y el francés (lengua oficial en el país y lengua de la escuela) es una lengua extranjera para ellos puesto que no la hablan en sus casas, porque sus padres no la conocen.

Por todo esto, es necesario un plan de desarrollo en el área de educación para garantizar un futuro próspero para todos los habitantes de esta población y así poder: mejorar las condiciones de acogida en la escuela, abastecer en material escolar y libros a la escuela para poder crear también una biblioteca, facilitar el acceso a la lengua francesa y ofrecer un espacio en condiciones óptimas y con luz para poder estudiar.

Para hacer posible este proyecto en tiempos difíciles, es necesario contar con ideas y propuestas como es el taller de percusión africana que ofrece Menuts del Món y Casa África de Aldaia, destinando un pequeño porcentaje del coste de la matricula para colaborar con este tipo de proyectos.

Asistentes al taller como es Rafa opinan que sí que ante tiempos de crisis estas ideas sí que son favorables ya que: “Al mismo tiempo que te distraes y aprendes música y que te lo pasas bien es muy bonito saber que con tu ayuda, estás ayudando a una ONG en este caso Menuts del Món”.

Además los motivos para participar en este tipo de actividades además de colaborar con otros pueblos también pueden ser diversos, como nos cuenta Emilio otro alumno del taller “que tenía un Djembé que me habían regalado y que no había aprendido a utilizarlo, también me apetecía conocer a gente interesante” o como dice Carles, que él se apunto “para saber cosas de África, aparte de música y ayudar a otros niños como él”.

De manera que, propuestas como la de Menuts del Món a día de hoy destinadas a todo aquel que quiera aportar su granito de arena, conocer gente sin límite de edad, con amigos en familia, “sí que son efectivas porque permiten que la gente aprenda con nosotros y nosotros también podemos sacar algo que beneficia a la sociedad y por muy poco que estés siempre hay gente necesitada que hay que apoyar de la forma en que podamos”, según Faty profesor del taller.

Así que la crisis no sirve de escusa para solidarizarse y como bien dice Faty en sus clases, ” ¡ se acabó el freno! ” y a colaborar, porque cualquier ayuda es buena.

 

 

La seva última proposta destinada al Projecte de desenvolupament del poble Pinré. – Burkina Faso a Àfrica, es tracta d’un taller de percussió per aprendre a tocar el tambor africà, el Djembé.

Menuts del Món en col•laboració amb Casa Àfrica d’Aldaia, ha organitzat aquesta activitat intercultural a Alboraia amb l’objectiu d’aconseguir fons per construir una escola, a més de donar a conèixer expressions artístiques de la cultura africana fomentant la interculturalitat i la cooperació al desenvolupament.

El taller consisteix a aprendre a tocar el Djembé, un tipus de tambor caracteritzat pel seu gran so i expressió. Es tracta del tambor originari d’Àfrica occidental, existeixen diferents formes i grandàries i només es pot tocar amb les mans, ja que segons la posició dels palmells de les mans i dels dits es treuen diferents notes i diversos ritmes amb diferents graus de dificultat. La tècnica empleada en el taller és senzilla, el professor indica una pauta sonora repetint-la una vegada i una altra juntament amb els alumnes i afegint a poc a poc diferents graus de dificultat. D’aquesta manera, l’alumne aprendrà mitjançant els sentits com són: la vista, l’oïda i el tacte, potenciant a més la capacitat de concentració, coordinació i fins i tot fomentant la improvisació i les relacions socials ja que, segons Faty professor del taller: “el Djembe es tracta d’un instrument molt sociable i pluralista”.

Però a més el que es transmet en aquest tipus de taller no és simplement música, la interculturalitat és alguna cosa molt present, el coneixement dels trets d’una persona africana, l’art i la situació actual en la qual es troba Àfrica són unes altres de les coses que aquest tipus d’iniciativa ofereix per apropar-nos una mica més a la realitat que es viu en aquests països.

“La música serveix de pont per trencar els estereotips, apropar a la gent i amb el respecte mutu que ens puguem conèixer. Nosaltres la utilitzem com a mètode per arribar a la gent”, afirma Faty.

I així com la música en la cultura africana s’utilitza per arribar a la gent i transmetre alegria, Menuts del Món a on vol arribar amb aquest projecte és a Pinré, un poble de la comuna rural de Méguet, situat a l’est del pais a 110 km de la capital, Ouagadougou. La població ascendeix a uns 10 000 habitants, repartits en 8 barris. Les cases passen de pares a fills i estan construïdes a força d’argila, fang i excrements d’animals. Els camps on en epóca de pluges cullen mill, són el que serveix de separació entre les unes i les altres. Això fa que el poble s’estengui en més de 5 km i no es pugui tenir una vision global.

Un 95 % de la població és camperola, els seus recursos són extremadament limitats ja que el que conreen en uns mesos és per subsistir durant tot l’any. Es cuina una vegada al dia, i a la nit es mengen tan sol les restes. De manera que la majoria de les famílies subsisteixen amb menys d’1 euro al dia.

La gran majoria de la població adulta és analfabeta (l’escola arribo al poble fa menys de 20 anus) i solament parla l’idioma local « el moore ». La religió més practicada és el anemismo.

I centrant-nos a l’àrea de l’educació, l’escola està composta per tres classes de dos nivells cadascuna. Permet obtenir el certificat d’estudis primaris. En l’actualitat compta amb uns 250 nens escolaritzats. Els mitjans són escassos, els bancs estan trencats i els nens se sentin a 4 en un banc. Amb prou feines tenen quaderns i els llibres són inexistents.

El percentatge de fracàs escolar és elevat, els falten llibres i mitjans per estudiar. A més el poble no està electrificat, no hi ha llum, amb la qual cosa quan el sol es posa (entre 18h00 i 19h00). I el francès (llengua oficial al país i llengua de l’escola) és una llengua estrangera per a ells lloc que no la parlen a les seves cases, perquè els seus pares no la coneixen.

Per tot això, és necessari un pla de desenvolupament a l’àrea d’educació per garantir un futur pròsper per a tots els habitants d’aquesta població i així poder: millorar les condicions d’acolliment a l’escola, proveir en material escolar i llibres a l’escola per poder crear també una biblioteca, facilitar l’accés a la llengua francesa i oferir un espai en condicions òptimes i amb llum per poder estudiar.

Per fer possible aquest projecte en temps difícils, és necessari comptar amb idees i propostes com és el taller de percussió africana que ofereix Menuts del Món i Casa Àfrica d’Aldaia, destinant un petit percentatge del cost de la matricula per col•laborar amb aquest tipus de projectes.

Assistents al taller com és Rafa opinen que sí que davant temps de crisi aquestes idees sí que són favorables ja que: “Al mateix temps que et distreus i aprens música i que t’ho passes bé és molt bonic saber que amb la teva ajuda, estàs ajudant a una ONG en aquest cas Menuts del Món”.

A més els motius per participar en aquest tipus d’activitats a més de col•laborar amb altres pobles també poden ser diversos, com ens explica Emilio un altre alumne del taller “que tenia un Djembé que m’havien regalat i que no havia après a utilitzar-ho, també em venia de gust conèixer a gent interessant” o com diu Carles, que ell s’apunto “per saber coses d’Àfrica, a part de música i ajudar a altres nens com ell”.

De manera que, proposades com la de Menuts del Món a dia d’avui destinades a tot aquell que vulgui aportar el seu granit de sorra, conèixer gent sense límit d’edat, amb amics en família, “sí que són efectives perquè permeten que la gent aprengui amb nosaltres i nosaltres també podem treure alguna cosa que beneficia a la societat i per molt poc que estiguis sempre hi ha gent necessitada que cal recolzar de la forma en què puguem”, segons Faty professor del taller.

Així que la crisi no serveix de escusa per solidaritzar-se i com bé diu Faty en les seves classes, ” es va acabar el fre! “i a col•laborar, perquè qualsevol ajuda és bona.