Hay casi tres millones de niños sirios sin escolarizar por causa de la guerra, entre ellos unos 700.000 son refugiados. Pero las cifras más dramáticas no son estas. En Siria la guerra ha matado más de 300.000 personas en el país, de los cuales, al menos 12.000, son niños. Las consecuencias de este conflicto llegan más lejos aún, ya que ha dejado a 6,5 millones de personas desplazadas dentro del país, muchos están viviendo en zonas de difícil acceso para la ayuda humanitaria. Se estima que 4,8 millones de personas necesitan asistencia humanitaria en estas zonas sitiadas, una gran parte son niños. Bajo estas circunstancias, el colectivo infantil está sufriendo problemas de malnutrición, higiene básica, seguridad y extrema pobreza, que desde Menuts del Món denunciamos.

 

En el quinto año desde el inicio del conflicto la intensidad del mismo aumenta día a día. Cada vez son más los civiles que están siendo expulsados de su hogar y viéndose obligados a buscar refugio en otro país. Cada vez más gente huye de Siria. El conflicto se está extendiendo y vinculando a la violencia existente en países vecinos como Iraq. Estamos viviendo uno de los mayores movimientos de refugiados de la historia actual. A finales de 2014 había 3 millones de personas huyendo del conflicto en Siria. Esta cifra asciende hasta los 4,29 millones a finales de 2015. Más de 2 millones de los refugiados sirios son niños.

En Menuts del Món pensamos que la crisis en Siria es una crisis de la infancia. Creemos que mientras la guerra continúa, los niños están luchando una guerra de adultos, siguen abandonando las escuelas y muchos son forzados a trabajar, mientras que las niñas se ven presionadas a casarse a temprana edad. Cerca de 8,5 millones de niños, más del 80% de niños sirios, se ven afectados por el conflicto, ya sea dentro del país o como refugiados. Según la agencia de las Naciones Unidas, unos 306.000 menores nacieron como refugiados desde 2011 y muchos de ellos lo hicieron en los países vecinos con Siria (Turquía, Líbano, Jordania e Irak), donde el número de refugiados es hasta diez veces mayor ahora que en 2012. La desprotección de los pequeños llevó a la agencia a registrar hasta 1.500 violaciones de los derechos de la infancia en 2015, el 60% de las cuales fueron casos de muerte o mutilación como resultado de las explosiones de bombas en zonas pobladas. El informe revela que en 2015 murieron 400 niños en Siria y los países vecinos, mientras que 500 sufrieron algún tipo de mutilación.